El trabajo del conocimiento consiste en definir bien nuestra labor para mejorar la productividad. ¿Lo conoces? Lee este artículo y aprende lo que es.

Definición de trabajo

Para entrar en materia vamos a definir lo que es trabajo:

El trabajo es el conjunto de acciones y/o actuaciones encaminadas a que se produzca un cambio en una situación, objeto o circunstancia.

Al margen de que esté remunerado o no, un trabajo es todo aquello que hay que hacer y no está hecho. El trabajo engloba aspectos profesionales, familiares o personales. Algunos ejemplos de trabajo:

• Para alguien que se dedique a la docencia: corregir un examen, impartir una clase, una reunión con una familia.
• Para quien se dedique al deporte: participar en una competición, acudir a un evento de tu patrocinador, entrenar.
• En relación con las tareas domésticas: preparar la comida, hacer la compra, limpiar la suciedad.
• Para las niñas y niños: recoger sus juguetes, organizar su ropa, hacer los deberes.

Como ves la remuneración económica de un trabajo no es algo que lo caracterice especialmente.

Trabajo del conocimiento

Hay un tipo de trabajo muy especial y muy extendido, ¡ni te imaginas cuánto! Es el trabajo del conocimiento, propuesto por Peter Drucker.

Drucker establece que una parte del trabajo es definir lo que hay que hacer. Esa idea es la que te puede hacer dar un salto de calidad en tu productividad. Además, mi opinión es que es casi tan importante (o más) definir bien lo que hay que hacer que hacerlo.

Para conseguir buenos resultados tenemos que establecer claramente lo que significa que el trabajo esté hecho, es decir, el resultado que buscamos. Te propongo una situación:

Hay que enviar un informe de ventas a María, la directiva de compras de la empresa. En mi lista de tareas o de cosas por hacer puedo hacer las siguientes anotaciones:

• Informe ventas: ¿qué hay que hacer con él? No hemos definido nada, cada vez que me siente a hacerlo tengo que pensar qué tengo que hacer
• Enviar informe de ventas a María: aún no está acabado, no puedo hacerlo.
• Pedirle los datos del último mes a Juan para meterlos en Excel para elaborar el informe de ventas: esto último me da una sensación de avance importante.

En las tres situaciones anteriores, puedes ver cómo la definición de lo que hay que hacer aumenta gradualmente. La mejor de las tres es la tercera, aunque es mejorable, te lo contaré en futuros artículos.

Ventajas de definir bien el trabajo

Cuando nos enfrentamos a una lista de tareas por hacer, la forma en la que las tenemos redactadas es vital. Si hemos definido bien nuestro trabajo encontramos las siguientes ventajas:

• No tenemos que pararnos a pensar lo que hay que hacer, solo hacerlo
• Vamos a notar cómo todos nuestros frentes abiertos avanzan
• Nos cansamos menos, o no nos vamos a «torrar» mucho, pensando en cada tarea una y otra vez.

Metodologías para el trabajo del conocimiento

Existen muchas metodologías para trabajar; por ejemplo, podemos encontrar:

• GTD: acrónimo de Getting Things Done, metodología propuesta por David Allen.
• Timeblocking: en castellano es bloqueo de tiempo, consiste en determinar a priori a qué vas a determinar tu tiempo, cuando llega el momento solamente te dedicas a eso.
• Pomodoro: es una técnica de trabajo que consiste en dedicar en torno a 25 minutos consecutivos a una tarea y unos 5 minutos de descanso. Su origen son los temporizadores de cocina, que en muchas ocasiones tienen forma de tomate, Pomodoro en italiano.
• Kanban: Es una metodología en la que el trabajo se organiza en columnas, tituladas: «to do» (por hacer), «in progress» (en marcha), «done» (hecho).

A mí GTD me revolucionó la vida en 2019 y desde entonces la uso cada día, para todo; para temas laborales, personales y familiares. En futuros artículos te contaré más cosas sobre GTD.

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